Las Parábolas y el Reino de Dios

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¿Qué es una parábola?

Las parábolas son narraciones de un suceso que deduce una verdad importante o una enseñanza moral sobre el Reino de Dios.
-Enseñan que en el Reino hay lugar para todos y todos valemos por igual.
-No dicen directamente lo que es el Reino de Dios, si no a qué se parece.
-Cada una nos brinda un aspecto del Reino.
El Reino tiene algo de misterio que los humanos no pueden comprender completamente. Jesús nos enseña que el Reino, su sueño y proyecto de vida, es nuestro tesoro más importante.

¿Quién las usaba y para qué?

Seguro que nosotros queremos compartir una buena noticia cuando la tenemos. Por ejemplo, cuando tenemos una buena calificación en la escuela, una visita inesperada o un regalo muy deseado. A Jesús le pasó lo mismo: Él tenía una buena noticia y quería compartirla. Y lo hacía mediante estas parábolas.
La gente llamaba Maestro a Jesús porque reconocían la sabiduría de sus palabras. Él enseñaba cómo era, dónde se encontraba y cómo se llegaba al Reino de Dios*. Jesús quería que personas de todas las edades lo supieran. Para eso Él contaba historias fáciles de recordar y entender, utilizando elementos de la vida cotidiana de la gente que lo escuchaba (ese grupo de historias son las parábolas y están recogidas en el Nuevo Testamento).

No solo Jesús explicó el Reino mediante parábolas, si no también mediante milagros (hechos extraordinarios para mostrar que el reino ya llegó) Jesús nos mostró que el Reino está cerca. Todos los milagros liberan a la gente de sus dolores.

Los pies en la tierra, los ojos en el cielo

En cada momento importante de su vida, antes de tomar una decisión o cuando necesitó fuerzas para afrontar una situación difícil, Jesús rezó. Una de sus oraciones preferidas y que enseñó a sus apóstoles fue el Padre Nuestro.
Gracias a la oración Él tenía más fuerza para trabajar por el Reino y veía las cosas con más esperanza. Tenía los pies en la tierra porque estaba atento a lo que le pasaba a la gente que lo rodeaba y conocía sus necesidades y dolores.

Jesús era sensible ante el dolor de las personas que lo rodeaban. Sentía compasión (actitud de sentir y sufrir en carne propia lo que siente y sufre el otro). Se detenía para acompañar y ayudar al que sufría.
Él nos enseña que nosotros debemos ver la realidad con fe y esperanza confiando en la oración.


       *Reino de Dios: al decir "Reino" no hablamos de un lugar con duques, reyes, servidores, si no un proyecto de vida para el Pueblo de Dios.